Cuenta la leyenda, que allá por el siglo XVIII el capataz de las bodegas Sanchez Romare quiso capturar la esencia de los naranjos en flor de la primavera jerezana. Añadió para ello cáscaras de naranjas amargas y dulces que poblaban el patio de la bodega, a un par de barricas de Cardenal Mendoza. Quienes lo probaron quedaron esa particular mezcla de aromas. Cuando preguntaron al capataz sobre el origen de aquel brandy tan novedoso, original y a la vez auténtico, respondió que él sólo se había encargado de recoger “la parte de los ángeles del Cardenal”. De ahí el nombre del Cardenal Mendoza Angêlus.
Un par de siglos después, la presentación en sociedad del Cardenal Mendoza Angêlus tuvo lugar en el Mix&Shake Madrid, donde Eloy García, aka Sherry Bartender presentó varios cócteles como el 1781, nombrado en honor al año de fundación de las Bodegas Sánchez Romate. Larga Vida.