Es más fácil que alguien lo recuerde como «el de las setas» a que se aprenda su nombre, que puede parecer cualquier otra cosa en un barrio como Chueca.
Su mejor anuncio es el olor a carne y setas que se extiende Gravina abajo, y que lleva directamente a su parrilla, justo detrás de la barra. Porque en el cisne hay que comer a pie de barra, con la recomendación fresca de sus muy amables cocineros y ver como se manipulan los ingredientes ahí mismo.
Por Barba: 25€
No se vayan sin probar: Además de las obligadas setas de temporada, la chuleta a la plancha.
Ocasión: El local es pequeño, por lo que es más recomendable entre semana.
Dirección: c/ Gravina 19, Madrid