Lo primero que hay que aclarar antes de llegar a Shanghai, es que se trata de una ciudad joven, moderna. Quien espere ver templos y rastros de cultura antigua se llevará una seria decepción.
Lo segundo es que es una ciudad cara. Igual o más que cualquier capital europea o americana. Quien espere encontrar gangas o irse de shopping, que vaya bien pertrechado. Para darse una idea, los chinos van de compras a Japón o incluso a Europa de lo barato que les resulta. En palabras de Anthony Bourdain (no puedo dejar de citar a mi ídolo), «Shanghai hace que Nueva York parezca el tercer mundo».
Shanghai es una ciudad vibrante, es el capitalismo voraz y en constante crecimiento. Donde se puede encontrar el mejor diseño y el peor gusto, el lujo extremo y la precariedad absoluta. Ahí nadie ahorra, es el consumo en su esplendor, donde uno se puede toparse con las mejores personas imaginables y con los peores crápulas. Shanghai es un excelente retrato de nuestro planeta. Aunque sea en sí otro planeta.
Dicho esto, a comer:
Din Thai Fung
Es curioso que una recomendación casi unánime para comer en Shanghai sea un restaurante-cadena. Es el caso del Din Tai Fung, que tiene sucursales por todo el Pacífico, incluyendo Australia y California. Las dudas se disipan al probarlo. Los dumplings de trufa son obligatorios. Y tienen esa calidad para el rito iniciático de comer dim sums de los buenos: beber el caldo antes de engullirlo. Quienes lo hayan hecho, saben de lo que hablo. (Gracias Chris, Chief y Chil!)
Xintiandi (barrio)
El Din Thai Fung más popular está en el barrio de Xitiandi, que es una zona comercial moderna, chic a rabiar y que representa perfectamente lo que está cambiando China: en medio de este barrio lleno de restaurantes y tiendas de lujo está la casa en la que en 1921, hace menos de 100 años, se fundó el partido comunista de China.
Comida Callejera
Pero dumplings buenos se puede comer en muchos lugares, no necesariamente ultra-modernos, es necesario escarbar aunque no tanto. A unos metros de la Nanjin Road, que es la calle comercial por excelencia de Shanghai, hay varios callejones peatonales (bueno y llenos de motos silenciosas) entre las calles Guangji Rd y Jinhua Rd en donde se puede comer por muy poco dinero y probar un changarro auténticamente chino como en el que nos dimos estos dim sums y esta sopa wonton con salsa hiperpicante (ver las fotos). No se preocupen, si no hay nada que les convenza en Shanghai habrá habrá un Starbucks a 100 metros. Siempre.
Dumplings callejeros a modo de auto bienvenida a Shanghai. Allá vamos!! A post shared by ManchaManteles (@manchamanteles) on
En el apartado de comida callejera en Shanghai, otros buenos árboles a los que arrimarse son los bares o discotecas que -como dictan los cánones mundiales- suelen rodearse de puestos de comida callejera. La zona de la Concesión Francesa, (un barrio de origen europeo con mucha oferta gastronómica) está plagada de ellos (Gracias Teresa y banda)
Xibo
El Xibo es un buen ejemplo de lo que ofrece esta zona, es un restaurante de comida típica de la región noroeste de Xinjiang, con influencia árabe y algo también de India. Lejos del típico concepto de comida china que podemos tener en occidente. Se puede comer bien por unos 20-30€, el staff habla inglés y eso sí, verás a pocos chinos entre su clientela y por diseño y ambiente, el Xibo podría estar en cualquier otra capital del mundo.
Mr & Mrs Bund
Mr & Mrs Bund está considerado entre los mejores restaurantes de Shangai. Es uno de estos restaurantes globales que podría estar en Londres o en Nueva York, sólo que este está en el Bund y tiene vistas al río. No se deben ir sin probar el foie con cacahuates tostados manzana y pan horneado. El Truco: A partir de las 11 de la noche tienen la oferta de Late Dinner, en la que se puede comer a mitad de precio.
Rouge Bar
En la planta superior al Mr & Mrs Bund está el Rouge Bar: Otro lugar que goza de unanimidad, sólo que en este caso, en las listas de vida nocturna. Vale la pena sólo por las vistas de los rascacielos iluminados que se aseguran desde su terraza, que lo hacen un sitio excepcional. Una vez más, no se encontrarán a ningún chino entre la clientela. En esta línea está también en Lost Heaven, que combina un restaurant con una terraza/cocktail bar, aunque con precios más amables que el Rouge Bar.
Quibao
Para salir de la escenografía más bien europea del centro de Shanghai, vale la pena darse un paseo por Quibao, un pueblo que está ya conurbado con la ciudad, pero que sin embargo conserva sabor y vida propia. Además de muchas pequeñas tiendas para comprar todo tipo de cosas hay callejones enteros llenos de pequeños restaurantes o puestos de comida callejera. Se puede ir en Metro o Taxi, y está a unos 45 minutos del centro.
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Mas allá de la comida, algunas cosas interesantes que hacer en Shanghai:
Museo de Planificación Urbana
No soy mucho de recomendar museos, sin embargo el Museo de Planificación Urbana es clave de visitar y de ser posible recién llegar a Shanghai: no sólo cuenta la historia (breve) de la ciudad, da una buena idea de dónde se sitúa cada cosa y sirve para entender las distancias entre una cosa y otra -el gran atractivo del museo es una mega-maqueta de 400 metros cuadrados de la ciudad, y también sirve para entender el concepto de crecimiento y planificación ya no sólo de Shanghai sino de China entera.
Moganshan Lu – M50
También conocida como M50, y con fama de ser el «Soho del este» es una antigua una fábrica convertida en estudios de arte y artistas y galerías, y perfecta para ver lo que se cuece en la escena del arte contemporáneo chino. Dentro y en los en los alrededores hay muchas cafeterías y restaurantes ultra hipsters para descansar las piernas.
La güera está enojada. Moganshan, Shanghai A post shared by ManchaManteles (@manchamanteles) on
Fake market & Financial Center Mall
May The Fnrs Be With You A post shared by Roger Casas-Alatriste (@rogercasas) on
Pendientes para el próximo viaje
Referencias:
- Iberia Mayors Shanghai [Powered by El Cañonazo Transmedia]
- No Reservations – Anthony Bourdain